Qué es la legionela
La legionella es un tipo de bacteria que puede causar una infección pulmonar grave llamada legionelosis o enfermedad del legionario. La bacteria se encuentra comúnmente en la naturaleza, en fuentes de agua como ríos y lagos, pero también puede crecer en sistemas artificiales de agua, como sistemas de enfriamiento de aire acondicionado, torres de enfriamiento, duchas y bañeras de hidromasaje.
La enfermedad del legionario se adquiere al inhalar pequeñas gotas de agua contaminada con la bacteria. La infección no se transmite de persona a persona. Los síntomas de la enfermedad del legionario incluyen fiebre, tos, dolor muscular y de cabeza, y dificultad para respirar. La enfermedad puede ser grave y, en casos graves, puede causar neumonía y otros problemas de salud.
La prevención de la infección por legionella se centra en el control de la proliferación de la bacteria en los sistemas de agua y en la eliminación de los depósitos y las obstrucciones que pueden albergar la bacteria. Las medidas preventivas incluyen el mantenimiento adecuado de los sistemas de agua, la limpieza regular de los sistemas de enfriamiento de aire acondicionado y la desinfección del agua en los sistemas de suministro de agua caliente y fría.
Morfología de la legionela
La legionella es una bacteria que pertenece al género Legionella y a la familia Legionellaceae. Su morfología es característica de las bacterias Gram-negativas, y se presenta en forma de bacilos (forma de bastón) con una longitud de 2 a 20 micrómetros y un diámetro de 0,2 a 0,5 micrómetros.
La bacteria puede encontrarse en forma de células individuales o en agrupaciones, y puede producir cápsulas alrededor de las células individuales. Además, Legionella es una bacteria que no forma esporas, lo que significa que su supervivencia en el medio ambiente se debe a su capacidad de vivir en biofilms, donde pueden crecer y multiplicarse.
En su estructura, la legionella tiene una membrana externa compuesta de lipopolisacáridos que la protegen de los mecanismos de defensa del sistema inmunológico humano. La bacteria también tiene flagelos que le permiten moverse a través del agua, y pili o fimbrias que le permiten adherirse a superficies y otras bacterias.
En resumen, la morfología de Legionella es la de una bacteria Gram-negativa con forma de bacilo, con una membrana externa compuesta de lipopolisacáridos y flagelos que le permiten moverse a través del agua, y pili que le permiten adherirse a superficies y otras bacterias.
Comportamiento de la Legionella
La Legionella es una bacteria que puede crecer y multiplicarse en ambientes acuáticos y húmedos, y su comportamiento está asociado con su capacidad para colonizar y sobrevivir en sistemas de agua artificiales, como torres de enfriamiento, sistemas de aire acondicionado y otros sistemas de distribución de agua.
Cuando la Legionella se encuentra en ambientes acuáticos, puede crecer y formar biofilms, es decir, capas de bacterias y otros microorganismos que se adhieren a las superficies sumergidas. Esta bacteria puede sobrevivir en biofilms por largos períodos de tiempo, lo que facilita su propagación y supervivencia en ambientes acuáticos y húmedos.
La Legionella se multiplica mejor en agua estancada, a temperaturas cálidas (entre 25 y 42 grados Celsius) y en presencia de nutrientes orgánicos. En estos ambientes, la bacteria se reproduce rápidamente y puede formar colonias que pueden ser liberadas al aire en forma de aerosoles. Los aerosoles pueden contener bacterias vivas y, si se inhalan, pueden causar enfermedades respiratorias graves, como la enfermedad del legionario.
La Legionella también puede adherirse a partículas de polvo y otros materiales suspendidos en el aire, lo que puede facilitar su propagación y su exposición por inhalación.
Prevención de la legionela
La prevención de la Legionella se centra en controlar el crecimiento de la bacteria en sistemas de agua y prevenir la exposición de las personas a los aerosoles que contienen la bacteria. Algunas medidas de prevención incluyen:
- Mantenimiento adecuado de sistemas de agua: Los sistemas de agua potable, sistemas de aire acondicionado, torres de enfriamiento y otros sistemas de agua deben ser diseñados, operados y mantenidos adecuadamente para evitar el crecimiento de la bacteria. Es importante realizar una limpieza y desinfección regular de estos sistemas para evitar la acumulación de biofilms y la proliferación de Legionella.
- Control de la temperatura del agua: La bacteria Legionella se desarrolla mejor en agua tibia, por lo que es importante mantener las temperaturas del agua por debajo de los 20-50 grados Celsius. Los sistemas de agua caliente sanitaria deben estar a una temperatura superior a 60 grados Celsius para evitar el crecimiento de la bacteria.
- Uso de biocidas: Los biocidas son productos químicos que pueden matar la bacteria Legionella. Deben ser utilizados en los sistemas de agua para evitar el crecimiento de la bacteria.
- Control de la calidad del aire: Los aerosoles son la principal fuente de exposición a la bacteria Legionella. Es importante asegurarse de que los sistemas de aire acondicionado y los humidificadores estén bien mantenidos y limpios para evitar la proliferación de la bacteria.
En resumen, la prevención de la Legionella implica controlar el crecimiento de la bacteria en sistemas de agua y prevenir la exposición a los aerosoles que contienen la bacteria. Esto se logra mediante el mantenimiento adecuado de los sistemas de agua, el control de la temperatura del agua, el uso de biocidas, el control de la calidad del aire y la educación y concientización de las personas.